Hoy me he tropezado con un depurado mundo de color circunscrito a lienzos de tamaños no pretenciosos, justos para un trazo arremolinado donde se adivina un espíritu desasosegado y en busca de algo mas allá de puntos luminosos explotando al final de ese túnel-torbellino… he enfrentado, porque no hay otra manera de hacerlo, la pintura de Edinson Taquez.Hacer pintura abstracta a un siglo de haber surgido este movimiento a manos de un grupo de formalistas y hacerlo después de un Jackson Pollock en Norteamérica o de tendencias ópticas en Suramérica es sin duda un gran reto.
Edinson Taquez, sin embargo, no esta retando a nadie sino a si mismo y quizás a aquel publico desconocedor de un principio básico: No hay nada mas concreto que una pintura abstracta, según palabras del gran colorista Pedro Amador quien partiera del paisaje para encontrar fragmentos de abstracción en cualquier rincón del universo.Cada trazo Taqueziano esta arrojando al mundo un nueva imagen con un ritmo, un balance, una identidad propia no necesariamente relacionada con conceptos visuales anteriores; el pintor abstracto no copia, no imita, no recrea, sino crea, pare traduciendo instintivamente su yo… cada obra es un desnudar del alma o la psique.
Con cada frase de su discurso pictórico Edinson Taquez se acuesta en el diván y esta dispuesto a contar, es nuestra opción el escucharlo o no para terminar, no curando – no hay nada que curar- sino curados de tanta imagen manida, de tanto estereotipo…Aun podemos empeñarnos en ver en estos rectángulos coloreados el sabor de una fotografía desenfocada donde podríamos adivinar algún paisaje urbano lleno de luces o algún carnaval; estaríamos entonces poniéndole letra a una sinfonía, perdiéndonos el sentido mántrico de una vibración queriendo traducir cada palabra del misterio.
El antecedente figurativo de Taquez se deduce en los títulos de estas obras más recientes los cuales también delatan las inquietudes personales del artista entre otras cosas el acercamiento al mundo espiritual lo cual deriva en este rejuego pasión-quietud invitándonos a llegar a un punto de paz no sin antes dar vueltas en espiral y saturarnos de todos esos matices de la vida.